4 dic 2010

El sistema educativo mexicano: La experiencia del siglo XX

La experiencia en la educación mexicana en el siglo XX es rica, y a la vez decepcionante. La creación, la consolidación y la expansión del sistema educativo fueron pausadas, conflictivas y aplazas en comparación con otros países. Hubo gobiernos que tuvieron miras de largo alcance y que aun en momentos de escasez hicieron el esfuerzo y lograron más de lo que podía. En contraste, hubo periodos en que los gobernantes pronunciaron discursos grandilocuentes acerca de la educación o para ensalzar a los maestros, pero socavaron logros reales o frenaron el desarrollo.

Entre el comienzo del siglo y la promulgación de la carta magna se constituyo la escuela pública como una función del gobierno, mas con la revolución se rompió la institucionalidad incipiente; después de la guerra revolucionaria se refundó como un ministerio del estado y se plasmaron sus principios igualitarios y laicos en el artículo tercero de la Constitución. El gobierno dio la espalda al federalismo embrionario y erigió la Secretaria de Educación Pública (SEP), que emergió determinada con fines humanísticos y civilizadores, dirigida por intelectuales rematicos y revolucionarios que deseaban unificar al país por medio de la cultura.

Por primera vez la educación dejaba de ser para una minoría urbana y se consideraba un derecho de las masas, incluyendo segmentos rurales. Se hizo un análisis de los maestros y su labor se concibió como una misión histórica. A mediados de los años 40 se fundó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), se instituyó que la educación debería ser democrática y tuvo otro impulso expansionista. En los años 60 la institución escolar centralizada se había consolidado; la educación debía servir al desarrollo del país. Al docente se le consideraba un técnico al servicio de los intereses de la nación. El modelo económico tenía como finalidad el dominio de las tendencias economistas, “la teoría del capital humano”, y el papel de los maestros pasó a segundo término. En los 90´s el sistema educativo entró en ebullición, fue un tiempo de reformas, con fines ambiciosos, con una visión cosmopolita y cambios “bruscos” en la organización.


De la paz a la revolución y la destrucción de las instituciones: 1900-1920

La educación en el régimen de Díaz era indigente; no obstante, en los primeros 10 años de la centuria se acelero la construcción de instituciones, tanto para el lucimiento del dictador cuanto para “servir al pueblo”.

¿Sabías que?

En 1900 cerca de 90% de la población adulta era analfabeta; había alrededor de 700 mil estudiantes en 12 mil escuelas de “primeras letras”, primaria elemental (4 años) y primaria superior (2 años); 77 escuelas secundarias; 33 escuelas preparatorias, 13 escuelas normales y 5 escuelas nacionales profesionales.


En 1901 se creó el Consejo Superior de Educación Pública como un órgano “científico”. En 1902 se formó la Dirección General de Enseñanza Normal. En 1908 se da la Escuela Nacional de Altos Estudios y se inauguró de forma oficial en septiembre de 1910 como parte de los festejos del centenario, para que formara parte de la Universidad Nacional de México.


Dato curioso

Los liberales se opusieron a la creación de una universidad, pues se recordaba el papel que había representado la antigua Real y Pontificia Universidad de México durante la colonia y en contra de la Independencia.



Los maestros en aquel entonces eran tan elitistas como los abogados, médicos o ingenieros.
La paz porfiriana llego a su fin con la Revolución Mexicana. El presidente Carranza envió un proyecto de Constitución cuyo artículo 3° provoco debates entre radicales y jacobinos contra los moderados. El “corazón” de estos debates fue la educación popular, no la de clases medias: primaria, no la preparatoria o la universidad.

Era la educación del pueblo, con referencia a obreros y campesinos, la que importaba. Las masas abandonadas eran el centro de las preocupaciones de los legisladores.
El 15 de mayo de 1908 se decreto que se celebrara el “Día del Maestro”, para rendir homenaje a ese ciudadano ejemplar.

De la época de oro a la escuela socialista: 1921-1934

La Revolución dejo al país dejo exhausto, sin instituciones solidas, con heridas profundas y con un tejido social muy débil. En la década de los 20 se crearon con rapidez instituciones políticas y económicas que le dieron viabilidad al régimen. La educación fue tal vez la que concito mayor entusiasmo social y sembró optimismo para el futuro, con todo y que de 1929 a 1934 el país se cubriría de sangre con la revuelta de los cristeros.

En 1921 se creó la Secretaria de Educación Pública (SEP), con fines civilizadores y de ilustración, y con logros impresionantes durante sus primeros años de vida en la educación popular y en su cultura, Vasconcelos organizó a la SEP en 3 departamentos, el de Bellas Artes, es Escolar y el de Biblioteca. La misión de los departamentos era educar, después de alfabetizar, a las masas irredentas, campesinos e indios pobres, e incorporados al devenir de la nación, también era para formar hombres libres, cultos, fervorosos de la patria y conscientes de sus orígenes.
Se construyeron cientos de escuelas, museos, se editaron miles de libros a precios bajos, se fundaron bibliotecas. Por primera vez en la historia del país los campesinos, indios y obreros eran considerados sujetos y hacia ellos se destinaros grandes esfuerzos culturales.
Durante el maximato la tarea continuó y la educación rural se expandió.

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